Muchos años antes de que halloween inundase el mundo, los celtas ya celebraban la noche del 31 de octubre el Samaín, fiesta celta de los difuntos, para celebrar el final de la temporada de cosechas. Era una época de abundancia, dedicada a preparar la conservación de los alimentos para pasar el invierno.
Esa noche, de fuertes connotaciones espirituales, desaparece el límite entre el mundo de los vivos y el de los muertos, y para que los muertos pasen de largo, se decoran las casas con grotescos adornos para espantarlos… Como las calabazas, propias de Barrio Histórico esta época del año. De esa creencia viene también la costumbre de disfrazarse de muertos o de espíritus esa noche: para que, creyéndote uno de los suyos, pasen de largo.
En Samaín es típico celebrar el magosto, reuniéndose para asar castañas y contar historias junto al fuego.
La plaza de O Berbés se convertirá en el centro de las celebraciones que organiza la Asociación de Vecinos del Casco Vello con motivo del "Samaín". La fiesta comenzará a las cinco de la tarde con juegos tradicionales, talleres de maquillaje y de calabazas. A las 18.00 horas actuará la compañía de títeres Fantoche Baj y a partir de las 19.00 horas habrá un magosto con precios populares. Una hora más tarde saldrá la Santa Compaña y, tras su paso por O Berbés, comenzará la "Foliada de Difuntos" con más de diez grupos de música tradicional.
Noche del Samaín
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